Etiquetas

Noche fresca y abierta en el pago... desde que apareció el lucero un fuego mantenía en ronda a la paisanada. Los perros se rezongaban entre ellos por un espacio cerca a la lumbre y a lo lejos los carau continuaban en su fiesta lamentando la muerte de su madre (ver leyendas).
Un chicharrón a las brazas, la pava ennegrecida de ollín... y el crepitar de las llamas... el resto era mero lujos de compañias...

Buenos humos de tabacos criollos y "DON Emilio" (ese "titulo" casi nobiliario que le damos los paisanos a aquellos que consideramos nuestros mayores, y que se han ganado el respeto y la jerarquía de ser llamados de esta forma)... que se acomoda en una silla petizona, apura un cimarrón caliente y bien sebao que le supieron alcanzar y nos deleita con sus historias...

jueves, 10 de agosto de 2017

Un personaje que fue mi profesor alla lejos...

 Recuerdos de un viejo personajes de allá lejos...

Cuando éramos jóvenes lo veíamos en la ciudad como un play boy, de un apellido destacado, alto bien plantado, siempre de impecable traje o saco blanco de hilo, corbata o moño según el día, y a veces alguna coqueta flor en el ojal haciendo juego con el pañuelo con iniciales que asomaba del bolsillo.


Siempre manejaba un Packard 1942 Super Eight 160 Victoria, convertible color blanco con asientos rojos en cuero de carpincho. Al manejar se colocaba lentes oscuros, guantes y alguna fina pipa colgaba de su boca.

Ostentaba un título de abogado que pocas veces uso, ya que la profesión no le daría tiempo ni el dinero suficiente para su ritmo y estilo de vida.

Todo un picaflor por el que muchas damas suspiraban, repartía en ellas sus atenciones pero sin dejarse capturar por ninguna, recuerdo que una vez le preguntaron si era casado, respondió “Si algunas veces, no recuerdo bien”

Cuando le preguntábamos por sus conquistas (que sabíamos eran bastantes) solía responder “No es de caballeros hablar de esos temas” y de inmediato cambiaba el tema de la charla.

A veces frecuentaba alguna confitería paqueta o el Club Social, donde cómodamente sentado y con una copa de algún brebaje de buena marca y calidad, solía en forma displicente encender un habano seguramente cubano como mínimo, o liado por alguna liadora en exclusividad para él, caso contrario jugaba en su mano alguna muy fina pipa inglesa.

Charlar con él era un gusto, podía saltar de un tema de cultura general a otro y en todos los casos con mucha profundidad y fundamentos, se definía políticamente como radical de Irigoyen, con un gran desprecio por el peronismo y otras ideas que tildaba como totalitarias.

Como buen dandy, le gustaban las carreras de caballos, mentalmente recordaba las características y performance de cada equino, este “deporte hípico” como lo definía hacia que algunas veces viajase a Buenos Aires donde se desplazaba con toda naturalidad por los salones tanto de Palermo como San Isidro. Cuando se le preguntaba cómo le había ido solía sonriendo contestar siempre “La vida es una sucesión de mujeres muy rápidas y caballos muy lentos”

El nunca lo comento pero le atribuían en una reunión “hípica” en Buenos Aires mientras departía con amigos unas copas, apareció allí una dama, ya no de primer hervor, que notablemente ofrecía el contenido de su vestido, luego de pasar por algunos grupos de caballeros se dirigió a él, caballero como era, saludo con gran educación y de inmediato solicito al mozo una copa para la dama, está ya medio achispada en forma directa le habría dicho más o menos “En aquel grupo tengo un novio que me ofrece una escapada a Uruguay, vos que me ofreces”, con todo el lujo de su educación, y en forma galante le respondió “ Mire yo le ofrezco que el hotel lo podemos pagar a medias, el taxi lo pago yo” . De allí en mas poco se sabe, pero hay quienes dicen que la dama resigno un viaje a Uruguay por viajar en un proletario taxi con un exquisito acompañante.

Supo en su momento ejercer alguna cátedra en uno de los colegios, algo así como historia Argentina, y pongo “algo así” ya que se sentaba, se ponía cómodo y comenzaba su clase, pero bastaba que alguien le pregunte algo de otra materia y allí nomas comenzaba a navegar, su preferida era literatura donde nos mostró que podía recitar el Mío Cid en castellano, inglés e incluso en latín; en lo que era netamente historia tenía sus banderas, era normal que se refiera al “Heroico señor General don” por un lado y cuando se trataba del otro bando “el pobre perdulario y delincuente” sin interesarle mucho lo que los libros decían de cada uno, eso si podíamos estar horas sentados escuchándolo nunca podíamos aburrirnos, su cultura era tal que nos dejaba callados.

Solo una vez recuerdo que un imprudente trato de hacerle un mal chiste, pidió que hagamos silencio, se acercó al “perdulario” como él decía y con voz tranquila le dijo algo como “Lo suyo es una falta de educación, podría amonestarlo por ello, fuera del colegio lo desafiaría a pelear, pero me contentare con sus disculpas” cosa que el en falta rojo de vergüenza se apresuró a hacer.

Con los años, se lo veía menos, manejaba poco ya que debía usar anteojos y para él era algo lamentable, agrego a su indumentaria algunos muy finos bastones con tallas y apliques de plata que eran una obra de arte, como así diferentes sombreros y finas gorras tweed cuya colección compro en un viaje a Londres, pese a los años seguía demostrando una elegancia envidiable.

Dicen que un día sentado en su galería pidió a su ama de llaves un té y un vaso de una buen jarabe escoces, al rato la empleada fue a llevarle más te y vio que el vaso estaba en el suelo, se había ido.

Algo habría sabido sembrar ya que pocas veces un pueblo entero despidió a alguien, de sus cosas una parte las dejo a su vieja ama de llaves, otras a su jardinero y su inmensa biblioteca al colegio del que como decía “para no aburrirse” fue profesor. Cuentan que pese a los años donde descansa siempre algún clavel aparece, seguramente dejado por alguna de las damas que lo frecuentaron.
_________________

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ten en consideración que tu mensaje deberá ser aprobado por el administrador del blog. No se aceptan comentarios agraviantes ni vocabulario vulgar...