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Noche fresca y abierta en el pago... desde que apareció el lucero un fuego mantenía en ronda a la paisanada. Los perros se rezongaban entre ellos por un espacio cerca a la lumbre y a lo lejos los carau continuaban en su fiesta lamentando la muerte de su madre (ver leyendas).
Un chicharrón a las brazas, la pava ennegrecida de ollín... y el crepitar de las llamas... el resto era mero lujos de compañias...

Buenos humos de tabacos criollos y "DON Emilio" (ese "titulo" casi nobiliario que le damos los paisanos a aquellos que consideramos nuestros mayores, y que se han ganado el respeto y la jerarquía de ser llamados de esta forma)... que se acomoda en una silla petizona, apura un cimarrón caliente y bien sebao que le supieron alcanzar y nos deleita con sus historias...

viernes, 21 de julio de 2017

Por el Grupo Deseado

El Grupo Deseado tenía varias historias, tratare de hacer un resumen de varias de ellas, y que sin duda son apenas una parte, ya que imagino de allí existen muchísimas más.
El viejo edificio era de madera, y no lo mejor, mucho arreglo no tenia, solo conservarlo, en espera que algún día pueda desarmárselo y hacer un cuartel cómodo como correspondía. Del edificio principal al baño y lugar de duchas había por lo menos 10 metros en pendiente, no era mucho si no llovía y el piso no se ponía resbaloso. Uno trata de alguna forma de lograr que en esos destinos existan “tareas” para hacer, es decir si no las hay sin duda hay que inventarlas así la tropa no tiene tantas horas en “blanco”. Frente al terreno del cuartel GN tenía asignado un lote de más de 30 mts de frente por 100 de fondo, eso sí cubierto de tacuaras del tipo gigante, las llamadas tacuruzu, o sea que era muy difícil entrar allí ya que esa tacuara tiene bastantes espinas. La GN venía pobre (épocas de Alfonsín) y la orden de la Región era que debían hacerse quintas y otras explotaciones para que el personal pueda recibir algún beneficio, ya que los sueldos no alcanzaban y estábamos en híper inflación, se ordenó entonces arar una parte del terreno con tacuara y allí sembrar para abaratar la olla del Grupo. Uno de los Jefes de Gpo en una visita me pidió si podía mandarle algunas gallinas y pollitos, ya que sembrarían maíz, para así criarlas y tener carne de gallina fresca y huevos, de tal forma que al volver a Irigoyen mande al chofer a Brasil con el Of de Intendencia con la orden de comprar gallinas y pollos, en resultado como todo lo que solemos hacer los gendarmes un poco exagerado, unas 25 gallinas y unos 100 pollitos, carga que salió de inmediato a Deseado. Al año más o menos en Deseado no sabían cuántas gallinas tenían, la cantidad era inmensa, tal es así que anidaban en el tacuaral y luego aparecían con pollitos pese a que entre la tropa y los zorros mantenían un buen ritmo de consumo. En el E 12 habían algunos inmovibles, para ser justos se resolvió que todo el personal debía rotar en Grupos y Secciones, a Deseado fue a parar un radio operador, pero al poco tiempo comenzaron los problemas, armas que en plena noche se caían solas del armero de la Guardia, sillas y mesas que se movían, puertas que se abrían, personal que salía para ir a las duchas y escuchaba silbidos desde el monte, incluso algunos decían que vieron un bulto blanco, y otros fenómenos no tan normales más, así las cosas hasta que una noche luego de anunciar varias veces que iría a ducharse un Subof salió para las duchas en short y con una toalla en la mano, cuando estaba a mitad de camino cuando del monte cercano se comenzó a escuchar silbidos y sonidos raros, en Subof tiro la toalla al suelo y tomando el FAL que llevaba escondido bajo ella hizo varias ráfagas a la altura de un metro más o menos, se escucharon gritos y del monte salió el radio operador , blanco y temblando, menos mal que era bajito y estaba arrodillado, que caso contrario….. allí luego el hombre explico que se aburría y había llevado al Grupo, silbatos y nailon que ataba en algunos lugares haciendo que sillas, mesas y armas de desplacen, etc. No creí necesario tomar medidas, creo que el remedio fue más que suficiente, pero no recuerdo como quedo el tema del silbato que se tragó. En los pases y rotaciones había en el E 12 un Subof Sup que no tenía muchas funciones, era solo encargado de la quinta (en teoría teníamos una según las directivas) además el buen hombre era creo evangelista o de alguna religión similar (En Irigoyen existen muchísimas) la cosa es que se lo convoco y se explicó que siendo ya Subof Sup debía cumplir con la Jefatura de un Grupo, el pobre dio todas las razones posibles para no ir, pero en el próximo relevo partió a Deseado. Pasaron creo casi 20 días cuando la Guardia me informa que habían dos pastores de una iglesia evangélica que querían charlar conmigo, se los hizo pasar, realmente yo estaba extrañado sobre que querían, me prepare para escuchar algún delito de las águilas, pero venía por allí el tema, directamente me plantearon que yo los perjudicaba, quede más que sorprendido, así que pedí que me expliquen el por qué. Resulto ser que el Subof Sup que yo mande dentro de esa iglesia venía a ser algo así como un obispo o algo de más jerarquía, y los dos pastores eran solo rasos, o sea que mi Jefe de Gpo recaudaba todo el diezmo, y estos dos que antes eran allí los que manejaban habían caído casi en la indigencia. Se les explico que en 30 días más se solucionaría, así que pasado ese tiempo el encargado de la quinta volvió a ella y se solucionó la cuasi cisma religiosa, pese a que el que antes no quería salir a los Grupos, volvió medio a disgusto, se ve que los diezmos en esa zona eran mejores y con menos competencia que los de Irigoyen. Con Moreschi viajábamos a Integración, así que pasamos por Deseado, allí había algo como un comisionado Municipal, cuando estacionamos el vehículo apareció la mujer de este funcionario llorando desconsoladamente y pidiendo que vayamos a su casa, que su marido estaba muy mal, con Moreschi y el J de Gpo caminamos hasta la casa y al entrar nos encontramos con el comisionado tirado en una cama entre llantos, diciendo que se estaba por morir, no entendíamos mucho así que solicitamos nos explique qué ocurrió, la mujer de un rincón saco una caja y dentro de ella un Teyu o iguana de gran tamaño que en la boca tenía una foto del comisionado y le habían atado la boca y la foto con una cinta roja, nos explicó que eso era un mal muy fuerte y que al morirse la iguana o caerse la foto el comisionado moriría sin remedio. Trate de ponerme muy serio, y pregunte cual sería la solución o el remedio, según me dijo la señora había que llevar la iguana muy lejos y soltarla sacándole la foto, le prometí que así seria y le pase a Moreschi la caja para que la coloque en nuestro vehículo, el comisionado y la mujer nos agradecieron mucho, así que partimos, hicimos las visitas que teníamos que hacer y volvimos a Irigoyen, Moreschi tomo la caja y me dijo que se ocupaba. Al otro día por radio pregunte como estaba el Comisionado y me dijeron que excelente que el hombre se había recuperado e incluso estaba en agradecimiento haciendo leña para el grupo. Llame a Moreschi y le pregunte por la iguana, me explico que frita había quedado exquisita. Dentro de todo cumplimos, fue a un lugar lejano.

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