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Noche fresca y abierta en el pago... desde que apareció el lucero un fuego mantenía en ronda a la paisanada. Los perros se rezongaban entre ellos por un espacio cerca a la lumbre y a lo lejos los carau continuaban en su fiesta lamentando la muerte de su madre (ver leyendas).
Un chicharrón a las brazas, la pava ennegrecida de ollín... y el crepitar de las llamas... el resto era mero lujos de compañias...

Buenos humos de tabacos criollos y "DON Emilio" (ese "titulo" casi nobiliario que le damos los paisanos a aquellos que consideramos nuestros mayores, y que se han ganado el respeto y la jerarquía de ser llamados de esta forma)... que se acomoda en una silla petizona, apura un cimarrón caliente y bien sebao que le supieron alcanzar y nos deleita con sus historias...

lunes, 22 de mayo de 2017

Los perros...



El perro es tan al gendarme como casi su uniforme,  quien cuando llega a un cuartel no ve junto a la guardia un “centinela” despatarrado al sol, o cuando a lo lejos en plena cordillera vemos una patrulla, seguro que detrás de los caballos siguiendo la huella vemos la silueta de uno o dos perros.


Todos los que pasamos por Escuadrones sabemos que con los perros de la Guardia no hay que meterse, no tienen un dueño, son propiedad de todos.

 De raza, o de ninguna raza, son parte del cuartel, en el viven y conocen todos sus movimientos, mansos de día, pero de noche en la Guardia son el primer alerta que algo pasa, acompañan las largas madrugadas y su premio a veces es solo una ración o alguna caricia apenas dada, pero siguen toda su vida fieles  aferrados al verde.

Todos sabemos que cuando hay desfile o visitas en una Unidad entre los preparativos esta el encerrar los perros ya que seguro o acompañan las presentaciones o son la ultima fracción que pasa rindiendo honores ante el palco.

Lógico tenemos los perros para narcóticos  y otras yerbas  y los de defensa; de todas formas unos u otros al igual que los “sin papeles” son parte de la Gendarmería.

Vamos primero por algunas que yo viví, historias de los ordinarios:

En Junín de los Andes en las subunidades habían dos perros, mestizos pero de buen porte, cambiaban de subunidad por si solos, algunos mal intencionados decían que cuando los perros se enteraban de los relevos y el que venía era medio mezquino en las comidas, directamente se “daban de pase” así un tiempo estaban en Tromen y luego aparecían en Paimun, nunca supimos por donde cruzaban la cordillera. Si estaban en el Tromen o en Paimun  los cruces de inmigrantes clandestinos eran imposibles, de alguna forma los detectaban aun a la distancia y comenzaban a ladrar hasta que algún Gendarme  salía con ellos y lo guiaban directo a los que estaban pasando.

En el Bajo Paraguay en Herradura estaban la Diana y el Tom, dos mestizos de manto negro, no salía una patrulla si los dos no estaban acompañándola, de noche mas valía no tratar de entrar a la Sección vistiendo de civil, más de uno termino subido a algún paraíso; en algún momento un J Sec los mando en un camión a Mojón de Fierro a unos 70 km, al otro día por la tarde los dos estaban nuevamente apostados en la Guardia de Herradura.

En el Eslog había en la Guardia un perro chico, medio rengo normalmente dormía a un costado del arco de entrada, un Jefe al entrar apurado un día lo piso y el perro le mordió el borceguí, por lo que le tiro una patada. Ese día al subir a su auto las cuatro gomas estaban bajas. Costo un poco hacerle entender que a veces hay cosas que hay que respetar por insignificantes que sean. Al otro día apareció con un churrasco que delante de todos ofreció al rengo. La afrenta estaba lavada.

Con los de raza la cosa es más difícil, cuantas razas tuvimos, varias indudablemente; en viejas fotos de GN se ven algunos Mantos Negros ya como perros de seguridad casi en los inicios de la Fuerza. Creo que en Campo de Mayo hay un monolito por Halcón un perro que incluso  aparece en algunas películas de esa época, creo que Patrulla Norte.

Sobre los de seguridad, los que pasamos por Campo de Mayo seguramente recordamos siempre el aviso o alerta de que alguno de los perros de seguridad se había escapado, allí no había valientes, solo cerrar puertas y esperar que los guías lo capturen.

Por allí pasaron los Manto Negro, los Rottweiler, los Schnauzer gigantes, los Labrador, los Pastores Belga Malinois, los Bloodhound (Sabueso de San Huberto), y seguro algunos mas.

De los Bloodhound recuerdo una historia de la que fui testigo, el DNGN quería saber si esos animales estaban en capacidad de buscar personas perdidas, así que ordeno que en tren se los trajera de Campo de Mayo al Centinela, llegaron los guías con cuatro animales, se les dio para olfatear el birrete de un cabo al que se ordeno esconderse, el Cabo subió a la terraza, soltaron los perros y salieron corriendo hacia el subsuelo; todos pensamos que fallaron, no fue así los guías los encontraron echados frente al cofre donde el Cabo guardaba sus ropas. Al comunicar el resultado el DNGN pidió suban los perros a su piso, así lo hicieron, algunos dicen que los pobres animales se asustaron ante tantos soles, allí nomas vaciaron sus vejigas e intestinos…. Menos mal el “turco” lo tomo a risa.

En Clorinda en el Fermín Rolon había un perro con su guía muy conocidos el Mboy, el Mboy todos los años juntaba casi todos los premios y menciones al perro que mas droga y procedimientos tenia. Según pude ver ante las fila de pasajeros que bajaba de los micros el guía pasaba caminando con el Mboy de tiro, el perro no se alteraba, pero al llegar a la Guardia el guía pasaba la lista, “Revisen el 5 y el 8”, el Mboy los marco, los que veíamos nunca lo vimos marcar nada, como el guía lo entendía era un misterio, pero los que el guía mencionaba, seguro estaban cargados. Una vez en un procedimiento de otra Fuerza quedaron tres camiones retenidos, y no teníamos forma de saber si tenían o no droga, esa noche el guía largo al Mboy en una punta del playón y lo espero en la otra cuando el perro regreso fue concluyente, “Están errados, allí no hay drogas”, al otro días cuando la otra Fuerza reviso los camiones no tenían nada. Como se comunicaban?

En el segundo año en la Región me avisan que el guía del Mboy pasaba a retiro, ya tenía uno o dos enganches, así que fue imposible revertir esto, paso a retiro y el Mboy quedo con otro guía, a partir de ese momento nunca más agarro nada, para mas su antiguo guía venia todos los días a “visitarlo”, solo entonces comía y  cuando el antiguo guía se retiraba quedaba llorando. Como solucionábamos el tema? Ya el perro estaba perdido sin su guía, además  tenía unos ocho años, se resolvió dar de baja al Mboy y donarlo a su antiguo guía, que según supe lo tuvo con él hasta que partió. Si no estoy equivocado en Fermin Rolon hay un monolito debajo del cual descansa.

En Iguazú se formó un criadero de perros detectores de droga, un veterinario con mucho entusiasmo, los medios y la cosa camino, el único problema era de donde conseguir los perros, Campo de Mayo producía pero no alcanzaba, así que puestos en la búsqueda, supimos que en un país vecino la policía Inglesa había regalado tres reproductores de labrador negros y seis perras ya estrenados en narcóticos, primero les compramos los cachorros, luego dos perras y finalmente los reproductores y el resto de las madres…contrabando de perros y criadero funcionando.

Allí en Iguazú también se recibieron de Campo de Mayo los Fox Terrier de pelo duro, como animales de búsqueda pequeños para operar dentro de cargas o conteiner, el primer curso fue mixto, personal femenino y masculino, de todas las pruebas los Terrier nunca trabajaron con personal masculino, en cambio las pruebas con damas eran excelentes, detectaban perfectamente todo, sin mucha explicación se llego a la conclusión que eran perros falderos, y como las damas los alzaban, los acariciaban, etc, allí trabajaban a gusto.

En una oportunidad el Móvil 1 debió emplearse en el interior del país en una pueblada, allí partió con todos sus efectos y sus Schnauzer, la cosa no fue fácil miles de personas y para mas algunos instigadores que desde los cerros arrojaban con ondas de pastor tuercas de gran tamaño y eclisas de ferrocarril, que incluso atravesaban por peso y velocidad los escudos en un momento la solución fueron los Schnauzer y allí partieron a desalojar a los mas arrebatados, los perros trabajaron durante todo el día. Al terminar el incidente  uno de los guías noto que su perro tenía dificultades para comer, al revisarlo se encontraron que presentaba el maxilar roto en dos partes y falta de dos colmillos, seguro por impacto de una onda, el animal así herido siguió trabajando sin problemas, ya en Campo de Mayo se lo pudo ver luego con unos hermosos colmillos de vanadio que fueron implantados al arreglársele el maxilar. No era simpático verlo sonreír.

Sirva un poco esto de reconocimiento a  todos esos patrulleros de cuatro patas que tanto nos acompañaron por esos caminos perdidos en la frontera sin pedir nunca nada y muchas veces poniendo el poco cuero que tenían por nosotros.


Aquí hay algunas fotos y datos: http://www.gendarmeria.gov.ar/archivos/422Suplemento-Canes.pdf

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