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Noche fresca y abierta en el pago... desde que apareció el lucero un fuego mantenía en ronda a la paisanada. Los perros se rezongaban entre ellos por un espacio cerca a la lumbre y a lo lejos los carau continuaban en su fiesta lamentando la muerte de su madre (ver leyendas).
Un chicharrón a las brazas, la pava ennegrecida de ollín... y el crepitar de las llamas... el resto era mero lujos de compañias...

Buenos humos de tabacos criollos y "DON Emilio" (ese "titulo" casi nobiliario que le damos los paisanos a aquellos que consideramos nuestros mayores, y que se han ganado el respeto y la jerarquía de ser llamados de esta forma)... que se acomoda en una silla petizona, apura un cimarrón caliente y bien sebao que le supieron alcanzar y nos deleita con sus historias...

lunes, 22 de mayo de 2017

Navidad del 78...

24 de diciembre de 2015 a las 19:59
Con el paso de los años uno va olvidando algunas cosas, pero en las Navidades hay algunos recuerdos que llegan y uno disfruta al volver a sentirlos.

Cuántos de nosotros Gendarmes pasamos las Navidades muchas veces lejos de nuestras familias, una mesa pobre de cuartal, los camaradas y un brindis por la Navidad, luego cada uno con sus recuerdos.
Imposible olvidar esas vivencias, una que me quedo grabada fue allá por 1978, en la frontera con Chile, una sección reforzada en el Tromen lejos de las familias todos, trincheras de un lado y trincheras del otros, del lado Argentino un asado un brindis rápido y unas fetas de pan dulce, y cada cual a su lugar.
Pero….había algo que no cerraba, del lado Chileno nada, ni un ruido, así que tomando una manta y una mochila cargada con sidras y pan dulces me encamine justo al límite, puse la manta y me senté, coloque las sidras y el pan dulce y en forma ostentosa me quite el cinto y colgué la pistola de un árbol cercano, casi al instante del lado chileno veo salir de una trinchera a un capitán de carabineros, se quito el armamento a la vista y se acerco.
Luego del saludo lo invite a sentarse, corte el pan dulce y abrí la sidra, brindamos por nosotros y por la paz, me conto que a ellos no les llego nada para la Navidad así que mande cargar la mochila y se la entregue llena, nos deseamos lo mejor y cada cual se fue en silencio.
Nunca recordé su nombre, pero siempre pensé que tal vez al otro día si las cosas en la política se hubiesen dado diferente estaríamos mirándonos a través de la mira del fusil.
Cosas de la Gendarmería que solo los gendarmes entendemos.

Feliz navidad Camaradas, lo mejor para todos, a los que pasan con la familia y aquellos que allá en algún punto de la geografía del país o el mundo pasan lejos y solos lo mejor. Un saludo.-

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