Hoy llame por teléfono al casero de Goya para
preguntarle si tuvo algún problema ya que la noche del sábado se había
producido en la zona una tormenta muy fuerte, quien me aviso me explico
que casi fue considerada un ciclón, aclaro que en esa zona del Rio
Paraná los ciclones no dejan de ser algo raro pero no por eso
infrecuentes.
Comenzamos como siempre en las llamadas por saludos, preguntas sin
importancia, ya que no deja el casero de ser un personaje, para tratar
finalmente de llegar al lo que interesa o fue el objeto de la llamada.
Llegado el tema le preguntó que tal la tormenta, no tuvimos daños?, los
arboles aguantaron sin problemas? Me respondió: Mire señor la tormenta
muy pero muy fuerte, las palmeras parecía que se arrastraban por el
suelo, pero en su casa fue más suave…. Allí intrigado pregunto ¿Por qué
en casa más suave? … Respuesta bien clara: Pasa señor que la vi venir y
salí con el hacha y la Cure.
Bien hasta allí lo que quería referirme, una costumbre de la zona
“Curar” las tormentas, esto significa que se la desvía del lugar que
esta uno parado, puede creerse o puede no creerse; pero vi hacerlo en el
campo, tal vez justo el viento cambio de dirección , se calmo, o
autosugestión no se pero se nota que luego de la “cura” cambia.
El procedimiento normalmente es cuando viene la tormenta se toma un
hacha y con ella mirando el viento se dibuja una cruz en el piso, luego
se clava el hacha en el centro apuntando hacia la tormenta, entiendo
que quien lo hace repite algún rezo, pero esto no puedo asegurarlo.
También vi hacer la “cura” de tormenta con un cuchillo, en este caso
mirando la tormenta con el cuchillo se dibujan cruces en el aire.
Creencias y leyendas como siempre del Norte, pueden ser solo eso
leyendas, pero quien nos dice por allí algo de verdad tienen, es la
magia de los viejos Arandu (los ancianos sabios guaranies) heredada por
un pueblo que respeta su tradición y su pasado.-
Noche fresca y abierta en el pago... desde que apareció el lucero un fuego mantenía en ronda a la paisanada. Los perros se rezongaban entre ellos por un espacio cerca a la lumbre y a lo lejos los carau continuaban en su fiesta lamentando la muerte de su madre (ver leyendas).
Un chicharrón a las brazas, la pava ennegrecida de ollín... y el crepitar de las llamas... el resto era mero lujos de compañias...
Buenos humos de tabacos criollos y "DON Emilio" (ese "titulo" casi nobiliario que le damos los paisanos a aquellos que consideramos nuestros mayores, y que se han ganado el respeto y la jerarquía de ser llamados de esta forma)... que se acomoda en una silla petizona, apura un cimarrón caliente y bien sebao que le supieron alcanzar y nos deleita con sus historias...
Un chicharrón a las brazas, la pava ennegrecida de ollín... y el crepitar de las llamas... el resto era mero lujos de compañias...
Buenos humos de tabacos criollos y "DON Emilio" (ese "titulo" casi nobiliario que le damos los paisanos a aquellos que consideramos nuestros mayores, y que se han ganado el respeto y la jerarquía de ser llamados de esta forma)... que se acomoda en una silla petizona, apura un cimarrón caliente y bien sebao que le supieron alcanzar y nos deleita con sus historias...
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