Desde los 17 años, o sea bastantes años me vi
obligado a portar un arma por lógicas razones de trabajo, lo primero que
me enseñaron era que un arma puede dañar y matar, pero también puede
defenderme; que un arma es una maquina inerte que es la mano humana la
que resuelve que uso le dará.
Es común que mucha gente a veces pregunte “Que arma puedo comprar para
defenderme”, siempre ante esta pregunta lo primero que suelo preguntar
es si la persona está dispuesta a matar o sea quitar una vida para
defenderse.
Si la respuesta es no, o solo quiero asustar, etc, normalmente aconsejo
que no compre ningún arma, ya que asustando o mostrando el arma casi
seguro dará al delincuente la ventaja de disparar primero (y normalmente
el delincuente no tiene respeto por la vida de nadie).
Están otros que responden que si ven en peligro su familia si están
dispuestos a hacer uso de un arma, y allí viene el problema que arma
comprarían.
Normalmente el uso de un arma requiere práctica manipuleo y manejo del
arma, aprender a cargarla y descargarla horas de tiro, de manejo de
disparo en diferentes circunstancias, y así todo el que la va a usar
tiene en contra varios factores, primero la no elección del momento en
que se producirá el problema, segundo donde esta al arma cuando debe ser
usada, y tercero el efecto aplastante que puede ser la irrupción de
delincuentes en un hogar.
En toda armería lo primero que ofrecerían para defensa seria lógicamente
un pistola y de gran calibre, sin pensar en el poco conocimiento del
futuro usuario, si la armaría es un poco más honrada tal vez ofrezca un
revolver, más simple, pero que también tiene lo suyo, (conocí una
persona que fue a una armería a comprar un arma para defensa de su
hogar, termino con un fusil de caza mayor con una mira para tiro a más
de 300 mts y convencido que estaba en lo correcto).
Si la pistola o el revolver no son lo adecuado, cual sería entonces el
arma más apta para defensa, que sea simple, segura, de fácil uso y que
además sea disuasiva; muy fácil la escopeta pero no las complicadas como
puede ser las a trombón o corredera (que pueden dar lugar a accidentes)
, la normal de dos caños superpuestos o yuxtapuestos de galillos
externos que se puedan ver y accionar fácilmente, en calibres como el 16
o 12 mm.
La escopeta en esos calibres y de dos caños no requiere apuntar ni
adestramiento complicado, solo dirigir los caños al blanco y disparar,
normalmente en un radio de 2 mts en 10 de distancia no queda nada en
pie, más aun si se usa perdigón fino de caza como ser 3 o 5 es decir
unos 40/50 +/- perdigones por cartucho, incluso usando perdigones más
finos la escopeta según las circunstancia no suele resultar mortal, pero
si inhabilitaste para quien está bajo su efecto; además cualquiera que
se vea frente a dos caños de escopeta difícilmente tenga coraje como
para contradecir a quien esta detrás de los dos caños (O es loco).
Lo demás lógicamente es la compra ajustándose a los requisitos legales
sobre el arma y la munición, y recordar lo ya dicho “Un arma es como un
automóvil, una maquina inerte que depende de la mano del hombre para su
uso” y además un viejo dicho de cuartel “Las armas puede cargarlas el
diablo, pero normalmente las descargan los boludos”
Noche fresca y abierta en el pago... desde que apareció el lucero un fuego mantenía en ronda a la paisanada. Los perros se rezongaban entre ellos por un espacio cerca a la lumbre y a lo lejos los carau continuaban en su fiesta lamentando la muerte de su madre (ver leyendas).
Un chicharrón a las brazas, la pava ennegrecida de ollín... y el crepitar de las llamas... el resto era mero lujos de compañias...
Buenos humos de tabacos criollos y "DON Emilio" (ese "titulo" casi nobiliario que le damos los paisanos a aquellos que consideramos nuestros mayores, y que se han ganado el respeto y la jerarquía de ser llamados de esta forma)... que se acomoda en una silla petizona, apura un cimarrón caliente y bien sebao que le supieron alcanzar y nos deleita con sus historias...
Un chicharrón a las brazas, la pava ennegrecida de ollín... y el crepitar de las llamas... el resto era mero lujos de compañias...
Buenos humos de tabacos criollos y "DON Emilio" (ese "titulo" casi nobiliario que le damos los paisanos a aquellos que consideramos nuestros mayores, y que se han ganado el respeto y la jerarquía de ser llamados de esta forma)... que se acomoda en una silla petizona, apura un cimarrón caliente y bien sebao que le supieron alcanzar y nos deleita con sus historias...
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