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Noche fresca y abierta en el pago... desde que apareció el lucero un fuego mantenía en ronda a la paisanada. Los perros se rezongaban entre ellos por un espacio cerca a la lumbre y a lo lejos los carau continuaban en su fiesta lamentando la muerte de su madre (ver leyendas).
Un chicharrón a las brazas, la pava ennegrecida de ollín... y el crepitar de las llamas... el resto era mero lujos de compañias...

Buenos humos de tabacos criollos y "DON Emilio" (ese "titulo" casi nobiliario que le damos los paisanos a aquellos que consideramos nuestros mayores, y que se han ganado el respeto y la jerarquía de ser llamados de esta forma)... que se acomoda en una silla petizona, apura un cimarrón caliente y bien sebao que le supieron alcanzar y nos deleita con sus historias...

domingo, 11 de diciembre de 2016

Ñangapiri

Ñangapiri o Pitanga, también cereza de Cayena, un árbol del monte, que logre tener en Goya, conseguí dos especies uno de fruta más pequeña y dulce y otro de fruta mayor y más fragante, pero ambas sabrosas, y con el gusto unico de esta fruta.

Siempre me gusto, tal vez recuerdos de mi niñez, de aquellas tardes en el campo que me subía a los arboles que había para competir con los pájaros por sus frutos.

Sus hojas cocidas y en gárgaras son anestésicas y desinflamantes de la garganta, o su cascara termina con cualquier diarrea, viejas recetas de campo cuando el médico no estaba tan cerca.

Otra receta no tan medicinal es poner sus frutas en caña y dejarla uno meses, el licor que se obtiene es sumamente aromático y de un gusto sabroso. 



http://www.viarural.com.ar/viarural.com.ar/agricultura/arboles-autoctonos/arboles-centro-y-norte/nangapiri.htm
Y hasta hay quien les canto:

https://www.youtube.com/watch?v=Z0dGf-SpQtI

Algun dia contaremos la leyenda guarani de esta dulce fruta



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