Al llegar los conquistadores a estas tierras,
notaron que los nativos practicaban el ritual de juntarse a beber una
infusión a los que los guaraníes llamaban "caÿguá".
Esta expresión deriva de los vocablos guaraníes "káa" (yerba), "y"
(agua) y "gua" (procedencia), lo que se puede traducir en "agua de
yerba".
El mismo se tomaba a través de una cañita denominada "tacuarí", en cuyo
extremo se colocaba una semilla ahuecada que hacía las veces de filtro.
(A este respecto, mi amigo José Luis Pignochi, me señaló: "Alguna vez
hice un trabajo sobre el tema que me permitió aprender muchísimo. Entre
otras cosas que los indígenas no inventaron la bombilla, se bebía la
infusión del cuenco de la calabaza que usaban para ello, los españoles
idearon una especie de filtro o colador primitivo que impedía que
pasaran palo y hoja, y alguien cuya memoria se perdió en el tiempo un
buen día puso la cañita de tacuara con algo en un extremo que sirvió a
esos efectos...se había creado la bombilla")
Sigo:
Los conquistadores denominaron MATE a la infusión elaborada a partir de la yerba (ilex paraguayensis).
La expresión "mate", nace del vocablo quechua "matí", que significa calabaza, que es donde se preparaba el mate.
Estos tenían la creencia de que era una "hierba del demonio" por
desconocer su práctica. Sostenían además que era una bebida de
haraganes, ya que los nativos dedicaban varias horas por día a este
rito.
La yerba mate debe su sabor amargo a los taninos de sus hojas, es por
esto que hay quienes gustan de endulzarlo un poco, y la espuma que se
genera al cebar, es causa de los glicósidos.
El mate es algo más que una bebida.
Es una tradición que vence las costumbres aislacionistas del criollo y
empareja las clases sociales... y a través de los tiempos, es el mate
quien hizo la rueda de amigos, y no la rueda quien trajo al mate.
Y no solo eso, también es un símbolo para todo aquel que se aleja de su
país natal (Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile y Brasil) y encuentra en
él una remembranza y un enlace con su tierra.
Noche fresca y abierta en el pago... desde que apareció el lucero un fuego mantenía en ronda a la paisanada. Los perros se rezongaban entre ellos por un espacio cerca a la lumbre y a lo lejos los carau continuaban en su fiesta lamentando la muerte de su madre (ver leyendas).
Un chicharrón a las brazas, la pava ennegrecida de ollín... y el crepitar de las llamas... el resto era mero lujos de compañias...
Buenos humos de tabacos criollos y "DON Emilio" (ese "titulo" casi nobiliario que le damos los paisanos a aquellos que consideramos nuestros mayores, y que se han ganado el respeto y la jerarquía de ser llamados de esta forma)... que se acomoda en una silla petizona, apura un cimarrón caliente y bien sebao que le supieron alcanzar y nos deleita con sus historias...
Un chicharrón a las brazas, la pava ennegrecida de ollín... y el crepitar de las llamas... el resto era mero lujos de compañias...
Buenos humos de tabacos criollos y "DON Emilio" (ese "titulo" casi nobiliario que le damos los paisanos a aquellos que consideramos nuestros mayores, y que se han ganado el respeto y la jerarquía de ser llamados de esta forma)... que se acomoda en una silla petizona, apura un cimarrón caliente y bien sebao que le supieron alcanzar y nos deleita con sus historias...
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