Historias de Don Emilio: Un zorro...

Noche fresca y abierta en el pago... desde que apareció el lucero un fuego mantenía en ronda a la paisanada. Los perros se rezongaban entre ellos por un espacio cerca a la lumbre y a lo lejos los carau continuaban en su fiesta lamentando la muerte de su madre (ver leyendas).
Un chicharrón a las brazas, la pava ennegrecida de ollín... y el crepitar de las llamas... el resto era mero lujos de compañias...

Buenos humos de tabacos criollos y "DON Emilio" (ese "titulo" casi nobiliario que le damos los paisanos a aquellos que consideramos nuestros mayores, y que se han ganado el respeto y la jerarquía de ser llamados de esta forma)... que se acomoda en una silla petizona, apura un cimarrón caliente y bien sebao que le supieron alcanzar y nos deleita con sus historias...

domingo, 18 de diciembre de 2016

Un zorro...

El rio Paraná está de creciente, eso obliga a ciertos animales a emigrar, a dejar sus lunares naturales por otros, lógico eso conlleva el hambre y la necesidad de conseguir comida, en este caso en pleno casco urbano de Goya una vecina sintió ruidos en la cocina, y se encontró con un zorro nada menos dentro de la misma tomando “prestados” algunos alimentos.

Es una suerte que estemos un poco más civilizados, y en vez de reaccionar violentamente solo le cerró la puerta y llamo a un veterinario que procedió a su captura, así se lo midió, peso y hasta vacuno, un animal macho, adulto de unos 4 años.

Lo raro es que la casa a la cual ingreso tiene dos perros de buen tamaño, y allí entra lo de la viveza del zorro, no solo no ladraron, además la dueña de la casa se dio cuenta que jugaban con el.